China: la cronología de su transformación a una potencia mundial
Pronostican que desbancará a EE. UU. como potencia económica mundial en cinco años e irá mucho más allá.
China era un país pobre, atrasado y en donde millones de personas pasaban hambre hasta finales de los años 70 del siglo XX pero podría sustituir a Estados Unidos como la mayor potencia económica en 2028.
La predicción original se adelantó en cinco años, según el Centro británico de Investigación Económica y de Negocios (CEBR, por sus siglas en inglés) por el hábil, rápido y estricto manejo que le dio a la pandemia, lo que convirtió a China como el único país del mundo en evitar la recesión de 2020.
Por lo tanto, el país debe aumentar su ritmo de crecimiento, comparado con el de Estados Unidos y Europa, y alcanzar en promedio el 5,7% entre 2021 y 2025, calcula la entidad.
Pero, para algunos economistas no hay que esperar hasta el 2028. “China no sólo es ya el primero del mundo en lo económico sino que busca controlarlo. Quiere formar una comunidad de destino común y reformar el gobierno mundial, como lo anunció el presidente chino Xi Jinping hace poco”, dice a Portafolio José Vicente Zambrano.
Otros no están tan seguros de su supremacía de China pero reconocen sus vertiginosos avances: “Vi un país en rápido desarrollo, con gran infraestructura de vías e importantes avances industriales”, admite el ingeniero colombiano R. Garzón que visitó China para comprar tecnología a finales de 2019, antes de la pandemia.
Lo que importaba entonces como ahora, recuerda, era producir todo a bajo costo y, en la época, parecía no existir una gran preocupación por el cambio climático.
Pero, China ha anunciado que considera la solución al problema climático desde la inteligencia artificial y se estima que su próxima oportunidad de crecimiento estaría, precisamente, en reparar el medio ambiente.
El desarrollo interno en el que se empeñó el gigante hace más de 40 años, prosiguió, pese a la crisis sanitaria, al igual que su agresiva expansión económica, política, comercial y cultural externa. La otra revolución que transformó a la comunista República Popular China en una gran potencia capitalista, sin abdicar de su ideología ni del partido único, ha sido silenciosa, cobijada por la “humildad del polvo” como decía Gandhi y caracterizada por la persistencia china, sin rendirse “nunca, nunca, nunca”, como aconsejaba Winston S. Churchill.
Fuente: Portafolio
Actualizado (Miércoles, 26 de Abril de 2023 12:59)